En el marco de la causa que se desarrolla tras el envenenamiento de nuestro Secretario Adjunto con agua pesada del reactor nuclear en 2017, la Cámara Penal Federal de San Martín confirmó la inocencia de nuestro Tesorero, Ramón Almirón.
Exigimos inmediato reingreso de nuestros compañeros a sus puestos laborales habituales. Y exigimos inmediato ingreso a Planta para que puedan ejercer las actividades gremiales de nuestra organización sindical.
El sobreseimiento, que ya fuera decretado por el Juez Federal Adrián González Charvay, fue ratificado por la Sala I Secretaria Penal 3 de dicha Cámara Federal, lo cual confirma que toda imputación sobre el Cro. Ramón Almirón queda completamente sin efecto.
Como ya habíamos adelantado, de este modo se caen a pedazos todos las falsas hipótesis y argumentos direccionados con el sólo fin de inculpar y perseguir a los dirigentes sindicales en Nucleoeléctrica Argentina S. A. Esto confirma que no existen elementos obrantes en la causa, iniciada en el año 2017, que vinculen a Ramón Almirón con el delito que insólitamente se ha investigado y que, según dos instancias judiciales en el fuero federal, dictamina que nada tuvo, ni tiene que ver con las denuncias que NASA ha realizado contra su persona.
Todo lo denunciado se enmarca en contexto de gravedad inusitada que venimos sufriendo como Institución Sindical, representantes gremiales y trabajadores, que comenzó en la anterior gestión del gobierno nacional, durante la Presidencia de Mauricio Macri, sucedió dentro de la empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A.
Este gravísimo hecho ocurrió en las instalaciones de las Centrales Nucleares de Atucha I/II, y llegó a tener una repercusión mediática, a nivel nacional e internacional. Como fue de público conocimiento el 9 de mayo del año 2017 nuestro Secretario Adjunto, Damián Straschenco, fue irradiado con agua pesada contaminada colocada en su botella personal. No obstante sufrir dicha irradiación, ser el damnificado y el denunciante, el Juez Federal no lo aceptó como querellante y encima lo culpó por lo acontecido, considerando que Almirón robó el material radiactivo y Straschenco lo bebió adrede.
Sí aceptó González Charvay a Nucleoeléctrica Argentina S.A. como querellante, tomando como única hipótesis de investigación a una Comisión de Asesores, formada por funcionarios de la empresa, que en realidad deberían ser los que tuvieran que explicar cómo se llegó a envenenar a una persona con material radioactivo dentro de la Central Nuclear.
Considerando éstos hechos a comienzos de mayo del año 2017, y viendo el derrotero posterior que siguió la investigación judicial, podemos decir que se había decidido el comienzo a una feroz persecución sindical, hacia los trabajadores y dirigentes, entre ellos a Ramón Almirón y Gustavo Carriego, quien sólo participó de la causa como testigo, pero fue corrido de su lugar de trabajo, hasta el día de hoy.
A nuestro entender y como ya lo hemos manifestado, este hecho ocurrió en un marco de persecución de un gobierno que tenía como plan sistemático eliminar a todo aquel que se resistiera a la implementación de sus políticas de flexibilización, ya sea este un dirigente social, político o sindical.
En el ámbito de energía nuclear el gobierno anterior apuntaba a cancelar y llegar a desmantelar el Plan Nuclear, al demorar la construcción de nuevas Centrales Nucleares en la Argentina (algo que parcialmente logró), y que hoy vemos felizmente reactivar.
Para lograrlo, debía correr a quienes lo defendíamos.
No nos parece una casualidad que esto haya sucedido por la misma fecha en la que se realizaron las grabaciones de una reunión del año 2017 donde se escucha a funcionarios de la AFI, autoridades del gobierno y empresarios, organizando el armado de causas contra dirigentes sindicales. La causa hoy conocida como Gestapo Antisindical.
Se trató de la misma fecha y el mismo año.
La ratificación del sobreseimiento de Almirón por la Cámara Federal de San Martín, declarando su inocencia a más de 4 años de sucedidos los hechos, no hace más que sostener que se había establecido un plan para ejecutar una persecución sindical en el amplio ámbito de nuestro país.
Por eso el Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate manifiesta que la persecución y la falta de libertad sindical se mantienen aún vigentes en NASA, porque a pesar de la inocencia de Ramón Almirón, hoy no se le permite el ingreso a la Centrales Atucha I/II, para cumplir con sus funciones gremiales.
Que la persecución no se limita solo a éste compañero mencionado, que fuera falsamente imputado; sino que se extiende hacia el compañero Gustavo Carriego, que en ésta causa participa en calidad de testigo, que es parte de la Comisión Directiva de nuestro Sindicato, y a quién también se le impide el ingreso a Planta, sin ninguna causa que justifique esa decisión, si no la de la persecución sindical.
Que estas maniobras realizadas son persecutorias y discriminatorias, avasallando la libertad sindical y los derechos de todos los trabajadores, y que se sostengan en un gobierno popular es avalar el accionar ilegal del Macrismo.
Seguir permitiendo acciones como éstas, de atentados, persecución y criminalización hacia dirigentes sindicales, se sigan llevando a cabo en tiempos de democracia es inadmisible. A días de conmemorarse el golpe genocida que nos robó la vida de miles de militantes gremiales, no queremos retroceder a los tiempos más oscuros de nuestra historia.
Exigimos el inmediato ingreso a la Planta de las Centrales Nucleares de Atucha I/II de los Cros. Dirigentes Ramón Almirón y Gustavo Carriego, para que puedan cumplir plenamente con sus funciones y ejercer dicha representatividad como dirigentes sindicales, para lo cual fueron elegidos.
COMISIÓN DIRECTIVA SINDICATO DE LUZ Y FUERZA DE ZÁRATE