La acusación en contra del oficial Matías Martínez está a cargo del fiscal Sebastián Villalba en Mercedes: el hecho ocurrió a comienzos de 2020 en la zona de 9 de Julio y la víctima es una adolescente, sobrina de su ex pareja. Un nuevo pedido de arresto esperaba ser resuelto mientras se cometía el crimen
Parece insólito pero es real: el oficial Matías Martínez, detenido por apuñalar hasta la muerte a su última pareja, Úrsula Bahillo, que lo había denunciado al menos tres veces por violencia de género y amenazas, tenía una causa en su contra en los tribunales de Mercedes por abusar de una adolescente discapacitada. La Justicia ya había rechazado detenerlo cuando el fiscal Sebastián Villalba de la UFI N°2 de la jurisdicción pidió su arresto el 5 de enero pasado, días antes de que Úrsula lo denunciara otra vez por atormentarla.
El pedido fue presentado en el Juzgado de Garantías N°2 de Mercedes, con su magistrado de licencia en ese entonces. El juez Marcelo Romero, subrogante, a cargo del Juzgado N°1, no hizo lugar al pedido: adujo que no habilitaría la feria, al no desear vulnerar el principio del juez natural, según confirmaron fuentes tribunalicias a Infobae.
Tras el fin de la feria, el fiscal Villalba insistió con el pedido de arresto el 4 de febrero, un día antes de que Úrsula volviera a denunciar a Martínez en Rojas. El Juzgado N°2, hasta hoy, no habría resuelto el planteo.
Así, en medio de la desidia judicial, Martínez llevó a Úrsula a un paraje rural a 20 minutos de su casa en el barrio La Loma en Rojas para apuñalarla en el cuello, en el tórax y en el dorso, al menos 15 veces según la autopsia.
El fiscal Villalba había reunido todas las pruebas necesarias para fundamentar su pedido de detención, coinciden fuentes cercanas al caso: la cámara Gesell a la víctima, realizada luego de varias demoras y una considerable dificultad para conseguir un turno con peritos, informes psicológicos, médicos y testimonios.
La denuncia, adelantada por Clarín, se radicó el 26 de junio: la menor recordó el ataque ocurrido meses antes en el auto de Martínez. Relató cómo el hombre debía trasladarla a un lugar y cómo aprovechó el momento de soledad para atacarla. La naturaleza de la discapacidad de la víctima, una adolescente, es mantenida en reserva. Lo que pudo saber este medio es que, de manera inequívoca, la víctima señaló a Martínez. La denuncia llegó luego de que su tía terminara la relación con el policía.
Qué hacía el policía en 9 de Julio, por otra parte, a casi 200 kilómetros de Rojas, es otra incógnita. ¿Acaso estaba destinado a una dependencia de la zona? Su carpeta psiquiátrica, con la cual fue despojado de su arma y separado de la fuerza, comenzó a principios de septiembre de 2020. Ya cargaba con una denuncia previa por la que debía declarar el 18 de este mes: las amenazas a punta de pistola cometidas contra otra pareja, Belén, también de Rojas, luego de que el hijo de la joven se orinara en la cama.
De vuelta en Rojas, para esclarecer el crimen, para saber cómo llevó Martínez a su víctima al lugar del asesinato, la UFI N°5 de la jurisdicción a cargo de Sergio Terrón peritará los celulares de Martínez y de Úrsula, secuestrados en la escena según confirmaron altas fuentes en la Procuración bonaerense.
También se secuestró el Peugeot en el que viajaba Martínez así como el cuchillo de carnicero, de mango blanco, empleado en el hecho: el padre del policía trabajaba en un frigorífico. Los aparatos telefónicos serán analizados por la Oficina de Tecnología y Gestión para la Investigación de la Fiscalía General departamental.
Infobae contactó al Juzgado N°1 de Mercedes para dialogar con el juez Romero, que se negó a firmar el pedido de detención del femicida por abuso de menores: se negó a atender el teléfono, asegurando estar ocupado a través de una empleada de la dependencia judicial.