La situación epidemiológica no promete ser muy diferente en marzo del año próximo si finalmente no se opta por una política sistemática de testeos y aislamiento. La vacuna, si llega, será sólo para los esenciales.
El año 2020 está perdido. Cada intervención pública del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, y del principal gremio docente argentino, Ctera, lleva a esa conclusión. Gobierno y representantes sindicales coinciden en que “no están dadas las condiciones epidemiológicas” para el regreso a las aulas. Sin embargo, por ahora nadie habla sobre qué ocurrirá en 2021. El coronavirus no se irá y esa condición epidemiológica, en virtud de la política sanitaria impulsada hasta el momento, no promete ser muy diferente.
Hasta que los chicos no vuelvan a la escuela (con protocolos, en grupos, por días, en una burbuja, de alguna forma) la educación seguirá a la deriva y la contención de los alumnos más vulnerables, postergada. Y nada parece indicar que la situación sanitaria vaya a ser mejor en marzo de 2021 de lo que es ahora. La Ciudad ha pasado ya el pico de la curva y los contagios están en baja. La Provincia está a punto de alcanzar esa instancia. Pero en la medida que aumente la circulación de personas es probable que haya rebrotes los contagios vuelvan a subir.
¿Qué diferencia habrá entre marzo de 2021 y octubre de 2020? La vacuna, si se obtiene antes de fin de año y con suerte está disponible en Argentina en abril del año próximo, será destinada en una primera instancia a los trabajadores esenciales y a los grupos de riesgo. Alumnos y docentes no serán vacunados. Se prevé que eso recién podría ser una realidad hacia fines del año próximo. Es decir, el ciclo lectivo 2021 deberá desarrollarse sin vacuna.
¿Cuál es la alternativa para que ante la falta de inmunidad colectiva se pueda mantener a raya los contagios? Los testeos. Como ya ha coincidido la mayoría de los expertos del país, en la Argentina si falta algo son testeos. Esa advertencia es, en cambio, una tímida minoría dentro del comité de infectólogos que asesora al presidente Alberto Fernández. Y pese a las reiteradas alertas que han hecho ya especialistas independientes sobre el tema, las respuestas oficiales se demoran.
Este lunes por la noche hubo reunión del comité de expertos con Alberto Fernández. Participaron, además, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro de Salud, Ginés González García; la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti; los asesores presidenciales Alejandro Grimson y Cecilia Nicolini: y una parte del comité: el sociólogo Gabriel Kessler, los infectólogos Pedro Cahn, Javier Fariña y Tomás Orduna, el psiquiatra Santiago Levin y la psicóloga Alicia Stolkiner.
Por ahora, la posibilidad de que los alumnos vuelvan a cursar aunque sea en los patios es sólo una simulación. Foto: Germán García Adrasti
Uno de los pocos de ese grupo que en reiteradas ocasiones levantó la voz sobre la escasez de testeos, el infectólogo Eduardo López, no fue de la partida. Al parecer, era necesario mantener el distanciamiento social en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada. Y todos alrededor de la mesa no entraban.
Según informó la agencia oficial Télam, en la reunión “se evaluaron las medidas adoptadas para enfrentar la pandemia y las acciones en desarrollo y a adoptar en el ámbito nacional y en los distintos distritos donde se ha registrado un crecimiento del número de casos, especialmente en el interior del país”. No hubo detalles sobre la necesidad de aumentar los testeos ni sobre el tema educativo, un reclamo que se vuelve cada vez más intenso entre las familias argentinas.
Cuando se observa las curvas de los países que lograron contener la pandemia, la clave ha sido testear y testear. En la Argentina los recursos destinados a este rubro han sido débiles. Incluso si se mira la Ciudad de Buenos Aires, el distrito que más testea, la situación también es preocupante: a pesar de que la cantidad de casos baja, el nivel de positividad sigue siendo casi del 40 por ciento. El promedio nacional es aún más alto, del 50 por ciento.
Se trata de un índice muy elevado para los estándares internacionales. Si la positividad es tanta, se intuye que hay muchos casos de Covid que no se están pudiendo “atajar” a tiempo para ser aislados, por lo que la carrera contra el coronavirus se da siempre “desde atrás”. Un dato: Argentina testea cada día al 0,04 por ciento de su población. Es decir, no se busca a los asintomáticos positivos que, como a esta altura todo el mundo sabe, conforman el “secreto” para domar la peste.
Desde que comenzó la pandemia en el país, se ha hecho poco más de 1,9 millón de testeos. Esto, suponiendo que a cada test le corresponda un habitante (se sabe que no porque a muchos pacientes les hicieron más de un PCR), representaría apenas el 4,3 por ciento de la población testeada. La proporción real es bastante menor.
¿Por qué no se testea más? ¿Faltan tests? Algunos expertos creen que el problema no es tanto ése como la logística que se necesita para armar una verdadera red de testeo, con suficiente cantidad de personal capacitado para hacerlo y laboratorios que arrojen los resultados en tiempo y forma.
Una luz de esperanza se abre ahora. La semana pasada el Gobierno anunció los tests de antígenos, que permitirán obtener resultados en 15 o 20 minutos. La ventaja, además, es que no requieren de un equipamiento especial, tanto para el procesamiento de las muestras como para la evaluación y lectura de los resultados. En una primera etapa se anunció la compra de 500 mil tests. No parece una cifra relevante: representa el 1,1 por ciento de la población argentina.
Con estos testeos no es necesario derivar las muestras a uno de los laboratorios de las distintas jurisdicciones del país y el proceso completo (hisopado y análisis) se puede hacer en un consultorio o arriba de un camión del Plan Detectar. No es exagerado afirmar que el 2021 de la Argentina en general, y de las escuelas en particular, dependerá casi exclusivamente de la masividad que demuestren estos operativos.
Las oficinas administrativas atenderán al público hasta las 12. En tanto, el martes 31 no habrá actividad en su totalidad. No obstante, se prestarán servicios esenciales vinculados al CIMoPU, Tránsito y Guardia del Hospital.
El Municipio decretó asueto administrativo para sus empleados este lunes 30 desde las 12 del mediodía y el martes 31 de diciembre en su totalidad con motivo de celebrarse Fin de Año y Año Nuevo.
No obstante, desde el Departamento Ejecutivo se arbitrarán los medios necesarios con el objetivo de asegurar la prestación de los servicios públicos indispensables y/o ininterrumpibles.
Esto significa que no se alterarán los servicios relacionados con el Hospital San José (Internación y Guardias), CIMoPU y Tránsito.
Las oficinas municipales retomarán sus tareas habituales el jueves 2 de enero en su horario habitual de funcionamiento.
20 años de Cromañón Un documental de Mayra Bottero. Producido por Florencia Franco, Gabriela Cueto, Mayra Bottero y Liv Zaretzky
SINOPSIS “La lluvia es también no verte” es un documental acerca de una de las luchas sociales más importantes de los últimos diez años: la búsqueda de justicia que iniciaron sobrevivientes y familiares de víctimas de “Cromañón”, donde murieron 194 personas por culpa de la impunidad y la corrupción en democracia. A partir de los relatos sobre la historia transcurrida desde entonces, el film se pregunta: qué nos impulsa a construir futuro cuando perdimos lo que más amamos. La película, dirigida por la cineasta Mayra Bottero y producida junto con Florencia Franco, oriunda de la Ciudad de Campana, Liv Zaretzky y Gabriela Cueto, se estrenó hace ya 10 años y desde ese entonces estuvo disponible en internet cosechando miles de visualizaciones, es material para escuelas, se sigue emitiendo en tv abierta todos los 30 de diciembre, sirvió de referencia para otras luchas que se sucedieron. Es una película que solita, sin publicidad ni grandes empresas que la impulsen viajó a través del tiempo, abriéndose camino.
Recientemente fue declarada de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El documental contó con el apoyo del INCAA y también formó parte del equipo técnico Franco Rimoldi, en el rol de sonidista, otro cineasta de Campana. Este año, cuando se conmemoran los 20 años de la masacre de Cromañón, la película tendrá su primera función en el Cine Campana, con una función gratuita que contará con la presencia de su productora Florencia Franco, para una charla/debate con el público.
SÁBADO 28/12 a las 20hs. CINE CAMPANA, Av. Varela 631 | Contacto: 11 53220481
En los contenedores situados en el casco urbano y barrios de la ciudad, solo se debe depositar cartón, papel, plástico, vidrio y metal. Además, se insta a hacerlo de forma correcta en el interior de cada uno de ellos para evitar microbasurales en sus alrededores.
El Municipio insta a los vecinos a cuidar y utilizar de forma adecuada los Puntos Verdes, que tienen por objetivo recibir exclusivamente residuos reciclables limpios y secos.
Hoy la ciudad cuenta con 15 contenedores situados tanto en el casco urbano como en los barrios y reciben únicamente materiales reciclables tales como cartón, papel, plástico, vidrio y metal: no escombros ni ramas u otros desechos voluminosos.
Atento a ello, desde la Secretaría de Desarrollo Económico remarcaron que estos elementos deben estar libres de restos de comidas u otros contaminantes que puedan dificultar el proceso de reciclaje y ser colocados adecuadamente en el interior de los contenedores.
“La colaboración y responsabilidad de los vecinos son claves para garantizar la recuperación total de los materiales depositados y así avanzar hacia una ciudad más sustentable”, enfatizaron.
Y solicitaron que “en caso de que el contenedor esté completo, disponer los residuos otro día o llevarlos a otro de los 15 Puntos Verdes.”