Hoy se cumplen dos años del terrible femicidio de María Alejandra Abbondanza ocurrido en septiembre de 2022. El autor material del hecho Agustín Leonel Chiminelli (26) y sus padres Rubén Chiminelli (70) y Liliana Ester Sánchez (66), esperan el juicio oral que aún no tiene fecha de inicio.
Para el mes de octubre está pendiente la audiencia preliminar y allí se definirá la fecha del juicio oral, según confirmaron desde la UFI que lidera la doctora Ana Laura Brizuela a cargo de la investigación.
Chiminelli está imputado de “homicidio agravado por haber sido cometido por un hombre en perjuicio de una mujer, mediando violencia de género y por el vínculo”, de Abbondanza, que prevé como única pena la prisión perpetua.
En tanto, sus padres serán juzgados por el “homicidio agravado criminis causa (es decir para ocultar otro delito; en este caso, el accionar desplegado por su hijo), en concurso real con tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil”, ya que la fiscal consideró que los progenitores “ejecutaron el plan criminal” junto a su hijo. Como imputación alternativa, los padres del joven serán enjuiciados como autores del “encubrimiento agravado por tratarse el hecho precedente de un delito especialmente grave”.
La fiscal Brizuela estableció que entre las 17.30 del 16 de septiembre de 2022 y las 8 del 17 de septiembre de 2022, Agustín Chiminelli, apodado “Chimi”, se encontraba en su casa junto con Abbondanza, con quien tenía una relación y a quien “en el marco de una discusión, mediando violencia de género, la agredió físicamente con intenciones de causarle muerte”.
Tras ello, según la fiscal, arribaron al domicilio sus padres, que al tomar conocimiento del hecho y mientras la mujer continuaba con vida, realizaron “diversas maniobras tendientes a eliminar los rastros del hecho, con el fin de ocultar el accionar desplegado por el sindicado (Agustín) y así procurar su impunidad”. “Denotando con este accionar un desprecio aún mayor por la persona de Alejandra, ya que no conformes con haberle dado muerte, buscaron desintegrar totalmente su cuerpo con el fin de que este no logre ser eventualmente identificado”, afirmó al fiscal, en referencia a que el cuerpo de la víctima fue incinerado en una parrilla ubicada en la planta alta de la vivienda familiar.
El femicidio de Abbondanza fue descubierto luego del análisis de las cámaras de seguridad de la zona, en el que mostraron que Chiminelli salió a las 4 de la mañana con el perro de la mujer como si fuera a pasearlo y volvió a la casa, situación que ocurrió nuevamente, pero esta vez el animal ya no tenía el pretal puesto.
La Policía encontró el pretal, la correa y la ropa de la mujer ensangrentada en un terreno baldío ubicado a dos cuadras de la vivienda, mientras que la policía revisó los tachos de basura de la cuadra y halló una bolsa similar a las que había dentro del inmueble con una mancuerna, un buzo y una toalla.
Tras un allanamiento de urgencia, se detuvo a la familia Chiminelli luego de que se encontrase el cuerpo de Abbondanza descuartizado e incinerado en la parrilla de la terraza.