Julián y Miguel Ángel Pereyra, los dos detenidos por el asesinato de Franco Russo, se negaron a declarar ante la fiscal del caso, Andrea Palacios, acusados del delito de homicidio agravado por el uso de arma, confirmaron fuentes del caso a este medio.
Por otra parte, la fiscal planea tomarle declaración a la novia de la víctima, una testigo crucial para la causa.
“La novia de la víctima era vecina de uno de los detenidos y tenía problemas de convivencia”, sospechan los investigadores sobre las causas que habrían desencadenado la fatal discusión entre Russo y Miguel Ángel Pereyra, quien estaba junto a su hijo Julián.