El presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca, se esperanzó en que la experiencia que desarrollan desde la escuela técnica que lleva el nombre de su padre, Roberto, en Campana, provincia de Buenos Aires, pueda ejercer influencia sobre la educación de base, a fin de que los cambios a la realidad de que sólo el 13% egrese con nivel terciario abarquen a los 10,5 millones de alumnos del país.
Señaló como pilares de esa meta que sea reducida la desigualdad, que haya mediciones, que se propenda a la empleabilidad, todo lo cual ayudaría a mejorar los consensos que requiere una sociedad como ésta, que tiene base tradicional y necesita incorporar conocimiento para acceder a otro nivel de complejidad que exige llegar a un nivel de entendimiento.
En diálogo con el periodista Carlos Pagni sobre el tema “Educación y empleabilidad, motores para el desarrollo del país”, Rocca dijo que en la organización que lidera tienen como consigna involucrarse en los grandes movimientos tecnológicos que pueden representar cambios radicales en los próximos 20/30 años. Y que para ello forman equipos que ayuden a entender lo que sucede en el mundo. Puso como ejemplo que en los ´80 pase se imbuyeron de los problemas tecnológicos, los interpretaron, y así lograron, como organización, mirar más allá de la barrera autoestablecida.
El empresario contó los orígenes del grupo Techint, dedicado a la siderurgia en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, y después se refirió a la inmigración a nuestro país.
Puso el acento en la formación dirigentes teniendo como prioridad resolver problemas para ejecutar proyectos concretos, y ponderó la experiencia única de liderar a una empresa en estas condiciones del abuelo Agostino desde una Europa de los ´900, con la elaboración de una visión primera de la siderurgia, en torno de una comunidad que tenía el progreso social y la educación como componentes esenciales, con la escuela primaria, la secundaria, la colonia, como pilares del proyecto industrial en años 20.