Juan Marcelo Barrios Springer, de 36 años, es el hombre acusado de violar a una mujer en la Reserva Ecológica de la Costanera Sur, en la Capital Federal. Ayer, diez días después de conocerse la denuncia, y a 77 kilómetros del lugar del hecho, el sospechoso finalmente fue detenido por la División Delitos Contra la Integridad Sexual de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Lo arrestaron en Campana, donde fue encontrado gracias una minuciosa investigación en distintos puntos, tanto en barrios porteños como en el conurbano bonaerense. El próximo lunes cumple años, aunque un día antes será indagado por el delito de abuso sexual con acceso carnal, en el marco de una causa que lleva adelante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº38, a cargo de Federico Romero, y de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 17. Apenas ocurrió el episodio, una persona, que también se encontraba en el predio, se comunicó con el 911 para reportar lo ocurrido y realizó un identikit del abusador: había indicado que medía 1,80 metros aproximadamente, tenía tez trigueña, pelo castaño, ojos claros y vestía un pantalón y un chaleco. Los agentes lograron dar con un número de telefonía celular que aparentemente le pertenecía. La Justicia, sin esperar mucho tiempo, autorizó el entrecruzamiento de antenas para confirmar que la pista era certera. Finalmente, entre miércoles y jueves, descubrieron que el hombre estuvo en hogares y refugios de un lugar que hasta ese momento, no estaba en el radar del expediente: Campana. Ayer, un grupo de policías porteños concurrieron a esa localidad y con la colaboración de detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones de Campana, una persona en situación de calle les indicó que el presunto violador estaba en la capilla San Juan Bosco, ubicada sobre la calle La Pampa, entre Namuncurá y Misiones. Allí, según las fuentes, ofrecen ayuda a personas en situación de vulnerabilidad y la posibilidad de trabajar en una huerta para poder subsistir. Barrios Springer se aprovechó de esa asistencia y lo usó como una suerte de escondite.