Con dos celulares y una docena de chips de distintas empresas, Hugo Javier Jorge Castro Paz (36 años), seguía manejando el suministro de droga en los barrios La Josefa y Dignidad, desde su celda en la Alcaidía de Campana.

Desde allí, comandaba una organización compuesta en su mayoría por mujeres, 7 de las cuales fueron detenidas por la Dirección de Investigaciones de Drogas Ilícitas Campana, tras una importante investigación. Una de ellas era su pareja, quien era la encargada de las entregas de marihuana y cocaína.

Lo increíble del caso, es que Castro Paz, tendría la protección de agentes del Servicio Penitenciario, que lo dejaban actuar como si estuviera en libertad. Además de tener celular y redes sociales (usaba Facebook), tendría condiciones diferenciadas en su celda.

Paz registraba las “ventas” de sus “soldaditos” en un cuaderno que también fue secuestrado.

UN ASESINO BRUTAL:

Castro Paz, se hizo “conocido” cuando el año pasado asesinó a un policía e hirió a otros dos al momento que fueron a detenerlo a una vivienda de Torres, partido de Luján donde se escondía. En ese momento tenía un pedido de captura por abusar, golpear y secuestrar a su ex pareja y madre de uno de sus hijos. Ese día recibió 11 balazos, pero sobrevivió.

No era la primera vez que lo detenían, en 2009, con solo 21 años lo acusaron de matar a su hermano.

En septiembre de 2017, volvió a caer, esta vez por balear en La Josefa a un hombre de 71 años. Cuándo la policía allanó su casa en San Jacinto, le encontraron varias armas de fuego y una importante cantidad de cocaína.

A pesar de sus antecedentes, volvió a salir en libertad rápidamente.

A comienzos de 2022, personal del gabinete táctico de la comisaría Campana, allanó su casa en el marco de una denuncia por robo.

En marzo del año pasado, la DDI Campana volvió a allanar su casa y otros dos lugares que frecuentaba, esta vez por las denuncias de su pareja por violencia de género, amenazas y lesiones.