El cura Julio Cesar Grassi se prepará para pedir en mayo su libertad. El 30 de mayo de 2028, el padre Grassi cumplirá su condena, ya que la Cámara de Apelaciones de Morón la amplió en junio del año pasado, luego de que le denegaran el beneficio “2×1” (si se le aplicaba, su pena vencía el 7 de agosto de 2026).
Sin embargo, cumpliría 10 años en la cárcel, dos terceras partes de su condena, por lo que podría pedir la libertad condicional. Se prevé que su abogado solicite el beneficio el mes próximo, para que pueda transcurrir el resto de la pena en su casa.
Actualmente, este es un derecho que no se le puede otorgar a personas condenadas por delitos de índole sexual. No obstante, al ser reglamentado después de su sentencia, el principio de la ley penal más benigna evita que la modificación del Código lo perjudique.
El líder de la Fundación Felices los Niños, cumple su condena en el pabellón N° 6 de la Unidad Penitenciaria N° 41 de Campana, destinado a los presos con buena conducta. Allí, se recibió de abogado y continuó sus estudios. Ahora pero se especializará en Derecho Penal.
Grassi se encarga de la limpieza del pabellón y lídera el mismo, donde mayoritariamente hay presos de más de 50 años de edad y con buena conducta. “No es un pabellón católico, pero él igual ha colocado imágenes religiosas en todo el lugar”, comentó uno de los agentes que tiene a cargo su seguridad.
Grassi sigue siendo cura y según los que lo conocen mantiene un total control de Felices los Niños y de los bienes de la institución.