Por Fernando Andrioli
Aunque pareciera que muchos integrantes de la política se mantienen en una campaña eterna, como si cada fin de semana hubiera una elección; hoy si podemos decir que la carrera electoral se ha lanzado con el objetivo puesto en las elecciones de este 2023.
Por eso, no sorprende encontrar tantas maniobras mediáticas y acusaciones cruzadas, campañas de desprestigio personales, chicaneos y también esa intempestiva búsqueda de la foto con el candidato de “arriba” que los muestre como referentes “abajo”, más frecuentemente de aquellos candidatos municipales.
A mi realmente me parece increíble que esta sea la forma de hacer política, no lo concibo como método para crear en la gente la empatía de otorgar un voto (que significa confianza) para llegar a un puesto político. Al menos a mí no es lo que me convence a la hora de decidir dentro del cuarto oscuro, porque no me asegura nada.
A la hora de elegir una lista o un candidato en la ciudad, uno debería estar convencido que esas personas van a buscar por sobre todas las cosas mejorarle la vida a sus habitantes, muy por encima del sesgo partidario o de la ideología. Porque para gobernar una ciudad, como en nuestro caso Campana, hay que dejar de lado la pacatería y desarrollar políticas para que cada día el vecino reciba mejores servicios públicos, mayor infraestructura, más espacios recreativos y desarrollo sostenible; entre otras cosas.
Hace ya un tiempo que veo, con cierta tristeza, que algunos referentes de la oposición en Campana utilizan como método de menosprecio del gobierno de Sebastián Abella, el hecho que haya obras o recursos utilizados por el municipio proveídos por partidas Provinciales o Nacionales, que como sabemos hoy son de otro color político; como si fuera oprobioso, inválido o negativo para la gestión. Y como contrapartida veo que, algunos referentes del gobierno municipal, sienten la necesidad de explicar o retrucar ante estas críticas.
Se ve que muchos no entendieron nada, porque más allá de donde salen los fondos, lo único importante es si la gente sale o no beneficiada. Por eso me parece perfecto que Abella se abstenga de ese prejuicio y aproveche todos los recursos válidos para llevar adelante la ciudad, así cuando le tocaron gobiernos afines (políticamente hablando) y también ahora con opositores. Es un gran mérito que se ve, se palpa en la ciudad, traducido en obras y servicios.
Un gran ejemplo fue el manejo de la pandemia en Campana, donde claramente hubo una gran gestión municipal con recursos mixtos: Provinciales, Nacionales, Municipales y también la colaboración de empresas privadas. Hoy, a la distancia, podemos darnos cuenta la magnitud del trabajo realizado, en momentos realmente complicados.
Más allá de este ejemplo extremo, hay muchos otros en donde ya sea con aporte provincial, nacional o privado; sumado a recursos y la ejecución municipal, pudieron llevarse adelante exitosamente: la Avenida Alfonsín, el Tomógrafo, la Biblioteca Municipal, la nueva Costanera, la avenida Rocca, el laboratorio del Hospital, el Centro de Desarrollo Infantil… Seguro me estan faltando varias otras obras, donde lo valedero es que hoy todos las podemos de alguna manera disfrutar.
Y volviendo al comienzo, donde me cuestiono si lo importante al estar al frente de un municipio es la ideología del partido gobernante, creo no equivocarme en decir que en varias oportunidades Abella aplica políticas que se parecen y mucho a las relacionadas con el peronismo, aunque seguramente si lee ésta nota, el intendente pensará que estoy loco.
En definitiva, lo más importante, es que el foco sea siempre mejorarle la vida a la gente, lo demás es politiquería barata.