A 47 años del golpe cívico militar y 40 años de democracia ininterrumpida el compromiso y la lucha del radicalismo con la causa de los DDHH es profunda y sincera. Para ello es importante recordar los acontecimientos ocurridos durante el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín, pero no debemos dejar de lado lo ocurrido previamente a la asunción del gobierno constitucional.
El radicalismo en la campaña electoral de 1983 fue el partido que se opuso al auto amnistía que se proponía impulsar el régimen militar para lograr la impunidad de los delitos cometidos.
Ya en democracia el Dr. Alfonsín impulsó la creación de la Comisión Nacional por la Desaparición de Personas (CONADEP) para investigar los delitos cometidos por la Dictadura Militar, dando lugar al informe NUNCA MÁS. Cabe destacar el carácter plural y amplio que tuvo la composición de esta comisión encabezada por Ernesto Sábato.
Posteriormente Alfonsín tuvo el inmenso coraje de llevar adelante un hecho sin precedentes no solo en la historia Argentina sino mundial que fue el Juicio a las Juntas Militares que permitió un proceso civil contra los genocidas y condenas de prisión impuestas por tribunales constitucionales.
El compromiso del radicalismo con los DDHH y la memoria es, fue y será auténtico y quedó demostrado con acciones concretas en los momentos más complejos de la historia argentina como la creación del banco de datos genéticos para ayudar a encontrar a niños y niñas que nacieron en cautiverio y fueron robados durante la última dictadura militar.
Hacia el futuro el radicalismo debe ser un motor para promover los derechos, las garantías y mejorar la calidad de vida de la sociedad.
Carlos Gómez.
Concejal M/C. Militante de DDHH. Vicepresidente de la UCR Campana
