Trascendió información sobre la preocupante condición en la que se encuentra el joven condenado. La información se conoció tras la confirmación del “distanciamiento” entre los rugbiers, a una semana de la sentencia.
Thomsen fue aislado del resto de sus amigos. La noticia se conoció luego de que el propio Blas Cinalli confirmara a un medio de comunicación que se había provocado un «distanciamiento de palabra» entre los condenados.
“Mi vida no tiene sentido, nadie me quiere”, habría dicho Máximo Thomsen a sus más allegados luego de la ruptura del vínculo. Al mismo tiempo, indicaron que ”se la pasa llorando y leyendo la Biblia».