El Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores pronunció su veredicto sobre el crimen de Fernando Báez Sosa y sentenció a prisión perpetua a cinco de los ocho rugbiers imputados y a 15 años de prisión para los tres restantes. Ahora, ya condenados, se especula que los primeros podrían pasar sus días en la cárcel de Sierra Chica, uno de los penales de máxima seguridad de la Argentina que fue escenario de un sangriento motín en 1996, donde murieron ocho internos.
El establecimiento penitenciario, cuyo nombre oficial es Unidad Penal N° 2, está ubicado en la ciudad de Olavarría, en el interior de la provincia de Buenos Aires. Allí podría cumplir condena Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21), que fueron hallados como coautores de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves”.
Allí compartirían pabellón con Agustin Chiminelli, el femicida de Alejandra Abbondanza, quien está alojado en una zona “segura” controlada por evangelistas.
Chiminelli estuvo detenido primero en uno de los penales del Complejo Penitenciario de Campana, donde serían derivados los 3 rugbiers condenados a 15 años.