La impunidad con la que utiliza su celular y redes sociales Agustín Chiminelli, el femicida de Alejandra Abbondanza, no tiene límites. Ahora, ante la pasividad de la justicia y el Servicio Penitenciario Bonaerense, el femicida está contactando a la familia de la víctima y a su pareja.
“Que más tenemos que soportar. ¿No era que la justicia se había encargado? Que impotencia y que inseguridad, como explicar lo que se siente, cuando después de todo lo ocurrido, hay que pasar por esto.
Por supuesto que esta bloqueado. ¿Pero que pretende? No se conforma con haberle quitado la vida a Alejandra.
Que este asesino nos haga esto, por qué a mí otra hermana también le envió solicitud.
¿Tendremos justicia?”, se preguntó María Eugenia una de las hermanas de Alejandra.
Chiminelli está en el penal de Sierra Chica, alojado en un pabellón de evangelistas para evitar que lo agredan.
Lo que sorprende es la pasividad del Servicio Penitenciario y del Juez de Ejecución Penal interviniente, porque si bien en pandemia de autorizó el celular para que los presos tuvieran contacto con sus familias, no deberían poder usarlo para tener redes sociales y menos contactar a sus víctimas.