Por el momento no hay detenidos, ni sospechosos por el asesinato de Venancio Oña, y su hijo, Jonatan Manuel Oña.
La pesadilla de Elena Huanca Flores de Oña (66 años) empezó este domingo a las 23.00 cuando estaba en su casa del barrio El Mangrullo, de la zona rural de Zárate, junto a su hijo y su esposo.
Este fin de semana había terminado la cosecha de frutillas por la que, habían cobrado unos 900 mil pesos.
Según pudo relatar la mujer, fue una sola persona la que ingresó a la quinta.
“El joven de 33 años estaba afuera y se presentó esta persona exigiendo dinero. Tenía un arma y lo amenazó. Hubo un forcejeo y se escucharon por lo menos tres disparos. No sabemos cuántos impactaron en la víctima, pero finalmente falleció”, indicaron.
Elena, desgarrada por el ataque a su hijo, le advirtió a su marido, que salió corriendo a ayudarlo. En ese momento, el ladrón también le disparó. Después de matar a los dos hombres, el delincuente amenazó a la mujer, que le negó que hubiera dinero y lo hizo desistir del ataque.
“Siento que el alma se desgarra dentro mío, siento que mi corazón se rompió en mil pedazos, no creo lo que les pasó, quiero dormirme, despertar y que me digan que no me los mataron… que están trabajando para levantarse y salir adelante”, escribió una familiar de las víctimas en las redes sociales.
Los investigadores indicaron que el sospechoso escapó sin concretar el robo y que, en principio, habría actuado solo. Pero no descartan que hubiera algún cómplice esperándolo en un vehículo, sobre todo por lo alejado del lugar de zonas urbanas.
Hacía un año que la familia Oña alquilaba esta quinta para cultivar frutillas.
Interviene en la investigación del doble homicidio la fiscal Andrea Palacios, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Zárate-Campana, y la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Zárate.
