Un caballo miniatura, que es considerado por su dueña como el más pequeño del mundo, se ha convertido en toda una sensación luego de ser adoptado por una mujer y volverse el mejor amigo de unos perros.
El pequeño ejemplar fue nombrado como Peabody y fue rechazado por su madre ya que no alcanzaba su ubre para tomar su leche y alimentarse, por lo que su vida estaba corriendo gran peligro.
En un principio se pensaba que este caballo miniatura era ciego, sordo y no podría caminar. Además, tenía su mandíbula desviada y por eso había mucha incertidumbre si podría alimentarse por sí mismo.
Finalmente, una mujer lo adoptó y espera poder enseñarle a este Peabody a ir al baño como los perros ya que al menos ha aprendido a dormir con ellos y en un futuro poder aplicar al récord del “Caballo más pequeño del mundo”.
De hecho, este título lo tienen en la actualidad Bombel, un caballo appaloosa miniatura originario de Polonia que solo mide 56.7 centímetros de altura.
