A 48 horas del inicio del Mundial, Qatar ha dado marcha atrás y finalmente ha prohibido la venta de alcohol en las inmediaciones de los estadios donde se celebrarán los partidos.
Las autoridades del emirato cambian las normas previamente pactadas. Budweiser, patrocinador oficial, admite que no puede hacer nada. La FIFA acepta la imposición del anfitrión de su torneo
Esta decisión de última hora rompe el pacto previo con las autoridades del emirato y afecta de lleno al acuerdo por 72 millones de euros entre Budweiser, patrocinador del torneo, y la FIFA.