Tras el pedido del Bloque Justicialista para expulsarla como diputada de Santa Fe, Amalia Granata reaccionó con dureza: “No me busquen, porque voy a empezar a hablar de sus amantes y chanchurrios”.
“Sé todo en lo que andan, y voy a meterme no solo con sus amantes, también con sus familias, madres, hijos, con todos… No se olviden que además de política soy periodista e investigo…”, disparó.
La legisladora había calificado el ataque a la vicepresidenta como una “pantomima armada” y desató el rechazo del kirchnerismo que la consideró “una vergüenza y una generadora de odio serial”.