Javier Castro Paz, el delincuente campanense que asesinó a un policía e hirió a otros 3, sigue grave internado en Florencio Varela, pero en las últimas horas se conocieron detalles de cómo la policía llegó hasta el campo donde se escondía en las afueras del pueblo de Torres, en Luján.
Según trascendió, el sujeto se había instalado en el campo “El Sendero”, tras conocer por Facebook a unas chicas -Laura, Rocío y Cintia- que viven en el lugar -son las nietas del cuidador- y quienes enseguida se hicieron amigas del delincuente, y sabían que él de noche salía a robar, y regresaba por la mañana con dinero.
La relación se fue afianzando especialmente con Rocío, con quien tuvo un noviazgo que duró 15 días. El amor terminó cuando Rocío se enteró que Castro Paz tenía otra pareja llamada “Luchi”. Por despecho, le contó a una persona de su confianza parte del prontuario que ostentaba el forastero.
“Cuando me metió los cuernos con esa mina, yo dije: esta es mi venganza y le pasé unos datos a un amigo de la Policía que es prestamista en Luján. Le pasé datos del chabón, a que se dedicaba, fotos del documento”, aseveró en dialogó con El Civismo de Luján.
Ese dato fue el que permitió a la policía del destacamento de Torres ubicar al Castro Paz, sobre quien pesaba un pedido de captura por los delitos de “amenazas agravadas en concurso real con lesiones leves agravadas por el vínculo y género, en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma y privación ilegal de la libertad agravada en concurso real entre sí”.