Ocurrió en la tarde ayer en una casa ubicada en la zona de acceso al ex Balneario, sobre calle Juan de Garay.
Un niño de poco más de un año y medio, tomó varios tragos de lavandina de una botella ante un descuido.
Los padres desesperados llamaron al 911 y unos agentes que estaban haciendo un operativo junto a personal municipal en las proximidades del lugar, tras escuchar el alerta se desplazaron al lugar. El inspector Medina -de la Dirección de Habilitaciones municipal, quien también es bombero- fue quien le hizo RCP junto a una de las agentes del Comando de Patrulla.
El menor tras varios minutos inconsciente, reaccionó y volvió a respirar tras vomitar la lavandina.
Posteriormente un móvil de SAME lo trasladó al hospital en donde fue asistida. También asistió un móvil de bomberos.