YPF aplicó una incremento promedio país del 4,5% en naftas y gasoil (5,5% en la ciudad de Buenos Aires), explicado por la necesidad de la empresa de recuperar rentabilidad tras la devaluación de la moneda y otro parte, por la actualización del impuesto a los combustibles que realizó el Gobierno.
De esta forma, los nuevos valores para YPF en la ciudad de Buenos Aires quedaron así: nafta súper, $67,10; nafta premium (Infinia), $77,40; diésel D500, $62,70, e Infinia diésel, $73,30. En las próximas horas se espera que el resto de las marcas de estaciones de servicio -Shell, Axion y Puma Energy- acompañen la medida.
A comienzos de este mes se debía aplicar una suba del impuesto a los combustibles, que la Secretaría de Energía dividió en dos y pospuso una parte para este martes (la relacionada con la inflación acumulada en el segundo trimestre del año) y otra para el 15 de enero, correspondiente al aumento en base a la inflación del tercer trimestre. El impacto del tributo explica el aumento del 1% en surtidor.
Por otra parte, YPF realizó un aumento adicional para compensar el impacto de la devaluación del peso, que desde el último alza de precios (el 23 de noviembre) se incrementó 2,6% (el tipo de cambio mayorista pasó de $80,36 a $82,47).
En la última conferencia con inversores, el CEO de la petrolera con control estatal, Sergio Affronti, dijo que el objetivo de la empresa es mantener los precios de los combustibles constantes en dólares.
Si bien a comienzos de este año, el Gobierno fue reticente a permitir las actualizaciones de los precios de los combustibles, desde el segundo semestre habilitó a que se aplicaran aumentos mensuales. En realidad, el mercado de combustibles no está regulado -como sí sucede con las tarifas de gas y de electricidad-, pero todos los gobiernos inciden en la política de precios a través de YPF.
Desde agosto, las empresas aplicaron cinco incrementos y acumularon una suba de 20% promedio país y de 25,9% en la Ciudad de Buenos Aires (CABA), aunque está por debajo de la inflación acumulada de 30,9% hasta noviembre, que publicó el lunes el Indec.
A pesar de la mayor movilidad por el aflojamiento de la cuarentena, el consumo de combustibles todavía sigue alrededor de 20% debajo de la demanda pre-pandemia. En el sector de estaciones de servicios hablan de una “nueva normalidad” con una circulación más reducida, producto del home office y de las escuelas cerradas, lo que pone en peligro “la supervivencia de muchas estaciones de servicio que hoy operan a pérdida”, según dijeron en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha).
“Somos optimistas y deseamos la recuperación de toda la economía, pero si bien me gustaría venir con mejores noticias, en cuanto a números, la situación sigue igual. Hay una recuperación muy lenta, que está lejos de los niveles pre-pandemia. La gente sigue haciendo home office, no llevan a los chicos al colegio, se sale menos a cenar. Eso impacta”, sostuvo Gabriel Bornoroni, presidente de Cecha.
Por: Sofía Diamante
Fuente La Nacion