Nucleoeléctrica Argentina lanzó este año el programa “Seguridad 360”, que tuvo como objetivo fortalecer la cultura de la seguridad, especialmente en las aulas-taller, mediante la propuesta de actividades que impactan en los conocimientos, las destrezas y los valores de los docentes y alumnos.
El programa fue delineado desde las áreas de Responsabilidad Social y Gestión de la Capacitación de la compañía para escuelas secundarias técnicas de las zonas de influencia de las centrales ubicadas en Lima, partido bonaerense de Zárate, y en Embalse, ciudad situada en la provincia de Córdoba.
La edición 2020 concluyó en noviembre último y debido a la pandemia de Covid-19, los contenidos se dictaron a través de plataformas digitales, y se adaptaron a las necesidades de cada escuela. En total, participaron 3430 alumnos las localidades bonaerenses de Lima y Zárate, y de las localidades cordobesas como Embalse y Villa Rumipal.
Nucleoeléctrica tiene una vasta experiencia en cultura de la seguridad, fundamental en la industria nuclear. Por eso, desde la empresa se desarrolló este programa para contribuir con el autocuidado de los alumnos que manipulan herramientas y maquinarias, como también para trabajar el apego a los procedimientos que brindan seguridad.
“Nosotros hicimos un trabajo intenso con el manejo de residuos. Nunca habíamos tomado tanta conciencia de los residuos que estamos generando, cuántos estamos procesando y cuántos deshechando. Gracias al programa pudimos concientizarnos acerca del beneficio que hacemos”, dijo Alejandra Hutter, jefa de Trabajos Prácticos de la Escuela Secundaria Técnica Nº4 Arsenal Naval Zárate.
La profesora aseguró que lo aprendido sobre residuos durante el programa Seguridad 360 tiene un claro beneficio ambiental, pero también económico, porque muchos de esos residuos pueden venderse. “Nos gustaría contagiar la metodología de trabajo que adquirimos a otras escuelas técnicas”, afirmó Hutter.
Por su parte, la directora del Instituto Provincial de Educación Técnica Nº76 de Villa Rumipal, Adriana Brunetti, aseguró que se desarrolló una capacitación docente muy enriquecedora y que si es posible continuar con el programa para los alumnos durante 2021, estarán dispuestos a encarar el desafío.
Por su enfoque metodológico y, debido a la naturaleza de los contenidos, en el dictado del programa colaboraron especialistas de áreas técnicas de Sede Central, y de las Centrales de Atucha y Embalse, que brindaron su experiencia a los alumnos.
Además, muchos de los alumnos realizaron sus prácticas profesionalizantes a través del programa. De esta manera, además de reducir los riesgos biológicos, físicos, químicos y psicosociales, el programa busca agregar un plus de empleabilidad en los estudiantes y futuros técnicos. La participación en este programa propone desarrollar capacidades laborales en torno a la seguridad, que serán clave en su desarrollo profesional.
Nucleoeléctrica Argentina cuenta con un área de Responsabilidad Social que tiene a la educación como uno de sus ejes principales. En este sentido, la empresa promueve la creación de programas educativos destinados a las comunidades cercanas a las plantas.
