En un operativo conjunto entre Policía Rural e inspectores del Municipio, se secuestró una importante cantidad de frutillas, melones y naranjas, que eran transportadas en un trailer de traslado de caballos. Las cajas de frutas estaban en medio de rastros de materia fecal de caballo y no tenían documentación sobre su procedencia.
El trailer era tirado por una camioneta, y ambos carecían de documentación, por lo que fueron también secuestrados por el personal de la Dirección de Tránsito del Municipio.
Las frutas fueron desnaturalizadas ya que su ingesta podía ser peligrosa para la salud de los vecinos.