¿Engorda? ¿Es buena para la salud? Qué dicen diferentes estudios y la opinión de la Organización Mundial de la Salud.
A lo largo de los años se dijo de todo sobre la cerveza. Claro: algunas de esas cosas son ciertas, mientras que otras que no son más que mitos que muchos siguen creyendo pese a que la ciencia demuestra lo contrario.
El de esta bebida es, de hecho, un mundo opaco para el consumidor desde un punto de vista nutricional, sobre el que a menudo se sucedieron estudios científicos contradictorios, de manera que resulta complicado discernir aspectos aparentemente sencillos. Un ejemplo: ¿qué cantidad diaria se puede considerar un consumo moderado y seguro para la salud?
De la cerveza se informó que engorda, que es nutritiva, que da lugar a la peculiar panza cervecera y que si se consume con moderación puede proteger de determinadas enfermedades…
La cerveza, una bebida popular en Argentina y en todo el mundo.
Se afirmó también que la cerveza sin alcohol no lleva alcohol, que puede ayudar a combatir el dolor de forma más efectiva que el paracetamol y que su consumo puede proteger del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Aquí, un repaso de algunos mitos y verdades sobre la cerveza.
La cerveza engorda
“Unos 100 ml de cerveza tienen 45 calorías”, explica la nutricionista española Pilar Esquer. Por tanto, se considera una bebida poco calórica que si se toma con moderación no debería afectar al peso.
La cerveza se considera una bebida poco calórica. Foto: AFP
El problema, señala la nutricionista, es que “normalmente tendemos a acompañar la cerveza con alimentos que sí que son altamente calóricos“, y es justamente ese exceso de calorías el que hace engordar.
En el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) de España coinciden: “Las investigaciones son concluyentes en cuanto al consumo de cerveza y el aumento de pliegues cutáneos, es decir la clásica panza cervecera, o al aumento de peso: no existe ninguna relación entre ellos siempre que el consumo de cerveza sea bajo“, detallan.
“Normalmente tendemos a acompañar la cerveza con alimentos que sí que son altamente calóricos”, dicen los expertos. Foto: Antares
Otro factor que incide en que el consumo de cerveza pueda hacer ganar peso es el hecho de que raramente se consume solo una. “Dado que existe la falsa sensación de que la cerveza es algo bueno y sano, incluso que es un alimento, mucha gente la usa para matar la sed, de manera que en ocasiones los dos primeros vasos ni siquiera se disfrutan“, remarcó Esquer.
La recomendación de la experta: pedir siempre un agua para calmar la sed antes de tomar la cerveza. “Este gesto, además, no solo nos ahorrará las calorías de la cerveza, sino que probablemente ayudará a comer un poquito menos”.
Consumir cerveza con moderación es saludable
“El alcohol es un tóxico y quedó demostrado que incluso en pequeñas cantidades empieza a liberar etanol y acetaldehído, el carcinógeno más común del mundo, presente en numerosos alimentos fermentados”, aseguró la técnico superior el dietética, Susana León.
La cerveza contiene acetaldehído, el carcinógeno más común del mundo.
El nutricionista Alvaro Sánchez coincide: “La cantidad de alcohol recomendable es cero, y cualquier otra recomendación por parte de un profesional es una irresponsabilidad”.
La cerveza es buena para el corazón
Según un estudio publicado en la revista Cardiovascular Disease, el consumo moderado de cerveza puede ser bueno para proteger el sistema cardiovascular. Esto se debe a la acción de los polifenoles presentes en esta bebida, que contiene además “otros componentes no alcohólicos beneficiosos para la salud por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”, señala el estudio.
El consumo moderado de cerveza puede ser bueno para proteger el sistema cardiovascular. Foto: Andrés D’Elia
Sin embargo, se aclara que no es bueno focalizarse en un solo nutriente: “Que un alimento contenga determinados nutrientes no lo convierte automáticamente en beneficioso, pues desde la nutrición insistimos en valorar los alimentos en su conjunto y no fijarnos en un nutriente concreto. En este caso, el contenido en alcohol compensa sin duda de forma desfavorable cualquier beneficio de estos nutrientes”.
De vez en cuando, la cerveza es una opción mucho mejor para tomar que una bebida azucarada.
Los expertos aseguran que además de antioxidantes, la cerveza tiene fibra, vitaminas del grupo B, un 90% de agua y al ser una bebida fermentada puede resultar una opción mucho mejor para tomar de vez en cuando que una bebida azucarada.
La cerveza sin alcohol es buena para la salud
Según un estudio de 2019 realizado por al Universidad de Castilla (y publicado en la revista Nutrients), la cerveza sin alcohol es beneficiosa para la salud, puesto que contiene gran cantidad de antioxidantes y no tiene los efectos negativos del alcohol sobre la salud.
Diferentes tipos de cerveza.
El estudio señala que tanto la cerveza sin alcohol, como la negra y la lager tienen propiedades antioxidantes beneficiosas (especialmente la negra), pero que la 0,0 es la mejor al verse despojada de los efectos perniciosos del alcohol.
Esto no significa, sin embargo, que las cervezas que se comercializan como sin alcohol estén totalmente exentas de alcohol. España, país desde donde llegan varias cervezas a Argentina, sirve como ejemplo: su legislación permite una tasa de hasta el 1% en este tipo de productos.
Qué dice la Organización Mundial de la Salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS)mide el consumo de alcohol en UBE (Unidad de Bebida Estándar, que equivale a 10 g de alcohol), y establece que no se deben superar las cuatro UBE diarias para los hombres y las dos UBE diarias para las mujeres, entendiendo por UBE una copa de vino o cerveza.
La OMS mide el consumo de alcohol en UBE, o sea “Unidad de Bebida Estándar”. Foto Bloomberg
Si se respetan estas cifras, la OMS considera que el consumo de alcohol es “de bajo riesgo”, lo que no significa que sea saludable. En su informe Estrategia Mundial para Reducir los Efectos Nocivos del Alcohol, la organización alerta de que el consumo nocivo “contribuye de forma importante a la carga mundial de morbilidad y ocupa el tercer lugar entre los principales factores de riesgo de muerte prematura y discapacidad a nivel mundial”.
La OMS considera que el consumo de alcohol es “de bajo riesgo”.
La OMS no especifica, sin embargo, qué cantidad se considera exactamente consumo nocivo, puesto que “el grado de riesgo por el uso nocivo del alcohol varía en función de la edad, el sexo y otras características biológicas del consumidor, así como la situación y el contexto en que se bebe. Algunos grupos y personas vulnerables o en situación de riesgo presentan una mayor sensibilidad a las propiedades tóxicas, psicoactivas y adictivas del etanol”, señala el informe.
Ante este panorama un tanto confuso, Esquer considera que solo existe una opción posible: “Recomendar que no se consuma alcohol, puesto que existen investigaciones que señalan que incluso una unidad diaria puede resultar perjudicial”.
Algunos estudios recomiendan que no se consuma alcohol. Foto: Growlers.
Uno de ellos, el estudio Global Burden of Disease publicado en The Lancet en 2018, que recoge la mayor base de evidencia científica hasta la fecha sobre las causas de enfermedad y muerte en el mundo, asegura que si bien beber moderadamente puede proteger ligeramente de algunas cardiopatías, los riesgos combinados de desarrollar cáncer y otras patologías asociadas al consumo de alcohol superan con creces esos beneficios.
Una copa de cerveza al día puede tener relación directa con el desarrollo de siete tipos de cáncer.
En este sentido, el Fondo Mundial de Investigación contra el Cáncer alertó en 2016 que una copa al día puede tener relación directa con el desarrollo de siete tipos de cáncer: cavidad oral, colon, hígado, mama, faringe y laringe, esófago y estómago.
En un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Oncology, este organismo alertaba de que una sola bebida alcohólica al día podría aumentar el riesgo de sufrir cáncer de mama en un 5%, alcanzando un 17% en el caso del cáncer de orofaringe y el 30% en el de esófago.